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Centro Islamico del Uruguay

Coran: Libro Sagrado que contiene las revelaciones de Dios (Allah en Arabe) al profeta Mahoma y que es fundamento de la religión Musulmana.

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Taj Mahal Simbolo del amor

La Meca

Meca: Se encuentra situada en Arabia Saudita y es la Ciudad Sagrada para los Musulmanes

Que es el Islam

La palabra árabe Islam significa literalmente ‘rendición’ o ‘sumisión’. El Islam, como una fe, significa rendirse total y sinceramente ante Dios para poder llevar una vida de paz y tranquilidad. La paz (Salam en árabe, Shalom en hebreo) se logra a través de una obediencia activa a los mandamientos revelados por Dios, pues Dios es El Justo, La Paz.

Los Cinco Pilares del Islam

La declaración de fe, ‘Testificar que no existe ninguna verdadera deidad excepto Dios, y que Muhammad (con él la plegaria y la paz) es Su Mensajero’ (Shahaadah).
Orar cinco veces al día (Salah)
Pagar la caridad anual (Zakah)
Ayunar durante el mes de Ramadán (Sawm)
Realizar la peregrinación a La Meca (Hayy)

Los Cinco Pilares del Islam

Existen cinco actos obligatorios de adoración que todo musulmán debe llevar a cabo minuciosamente. El no hacerlo implica un pecado grave. La estructura del Islam descansa sobre estos cinco pilares. No se puede decir que alguien es musulmán si niega la obligatoriedad de alguno de estos actos.

Las cinco obligaciones de los musulmanes son las siguientes:

La declaración de fe, ‘Testificar que no existe ninguna verdadera deidad excepto Dios, y que Muhammad (con él la plegaria y la paz) es Su Mensajero’ (Shahaadah).

Orar cinco veces al día (Salah)

Pagar la caridad anual (Zakah)

Ayunar durante el mes de Ramadán (Sawm)

Realizar la peregrinación a La Meca (Hayy)

La Declaración de Fe (Shahaadah)

Es obligatorio que toda persona que pretenda ingresar al Islam crea y diga: ‘Testifico que no existe ninguna deidad verdadera excepto Dios, y que Muhammad (con él la plegaria y la paz) es Su Mensajero’. Con esta simple, importante y poderosa declaración, se considera que una persona es parte del Islam. No existe ningún rito de iniciación en el Islam.

Los conceptos incluidos en ese testimonio de fe pueden explicarse analizando las tres partes del mismo. La primera parte, ‘No existe ninguna deidad verdadera…’ es una negación del politeísmo1. Es una negación de la existencia de toda otra deidad que no sea Dios, de todo ente que comparta los atributos divinos de Dios. La segunda parte que dice “excepto Dios” es una afirmación del monoteísmo. Dios es el único que merece ser adorado.

“Muhammad (con él la plegaria y la paz) es el Mensajero de Dios” es la tercera parte de la declaración de fe. Se trata de la afirmación de que Muhammad (con él la plegaria y la paz) es el último Profeta y Mensajero de Dios2. Ese punto requiere, además, aceptar incondicionalmente el Corán y las tradiciones auténticas de Muhammad (con él la plegaria y la paz).

Al creer y pronunciar el testimonio de fe, una persona estará rechazando todos los falsos objetos de adoración y afirmando que Dios es el único digno de ser adorado. Dios no tiene pares ni iguales. Dios promete que una vez que una persona afirma y dice con sinceridad “Testifico que no existe ninguna deidad excepto Dios, y que Muhammad (con él la plegaria y la paz) es Su Mensajero”, se perdonan todos sus pecados anteriores. Las buenas acciones que uno haya hecho previamente también serán recompensadas por Dios, El Más Misericordioso.

Orar cinco veces al día (Salah)

Todo musulmán debe realizar cinco oraciones obligatorias al día. Al realizarlas, el musulmán debe orientarse hacia La Meca, hacia la primera casa construida para adorar al Único Dios. Esta casa es llamada la Ka’bah, una estructura cúbica ubicada en lo que hoy es Arabia Saudita. Fue construida por el profeta Abraham y su hijo Ismael para adorar al Único y Verdadero Dios.

Uno debe recordar que el Islam no tiene reliquias ni símbolos sagrados. No adoramos la Ka’bah; simplemente adoramos a Dios orientándonos hacia la Ka’bah. Al mirar hacia la Ka’bah en la oración, se unifican todos los musulmanes al adorar al Único Dios. Aquel que adore la Ka’bah o a cualquier otro objeto creado será considerado un idólatra. Dicho en otras palabras, los materiales con los que fue construida esta casa no son más sagrados que los utilizados para construir cualquier otra casa.

Dichas oraciones tienen lugar durante el día y la noche, y son un recordatorio constante de la obligación y la sumisión a Dios. Son un vínculo directo entre quien las realiza y Dios. Es la oportunidad de acudir a Dios, de dar gracias, de pedir perdón, y de pedir que nos otorgue Su guía y misericordia.

El musulmán puede realizar oraciones voluntarias con más frecuencia. Las oraciones, en el sentido general de súplica, pueden realizarse prácticamente en cualquier momento y lugar.

Pagar la caridad anual (Zakah)

Todo musulmán con suficiente prosperidad para acumular y retener un cierto monto de su riqueza tiene la obligación religiosa de dar a quienes lo necesitan. Dicha caridad es llamada Zakah en árabe, que literalmente significa ‘purificación’. Todas las cosas pertenecen a Dios, El Más Misericordioso, y la riqueza simplemente le es confiada a los seres humanos. El pago de dicha caridad es una manera que tienen las personas solventes para purificar todo lo ganado éticamente y que Dios les ha otorgado. Además, es un medio directo de distribuir la riqueza en la sociedad y ayudar a los pobres y necesitados. El Zakah (caridad) también purifica el alma del que da, reduce la avaricia, y fortalece la compasión y la generosidad en la humanidad. La tasa básica de esa caridad es un 2,5% de la riqueza ahorrada durante todo un año. Se calcula sobre los ahorros, no sobre los ingresos.

Ayunar durante el mes de Ramadán (Sawm)

Todo musulmán pubescente físicamente capaz, debe ayunar durante el mes lunar de Ramadán. Este mes tiene un gran significado pues las primeras revelaciones del Corán a Muhammad (con él la plegaria y la paz) sucedieron durante este mes. Dado que un año del calendario lunar es once días más corto que en el calendario solar, el mes de Ramadán se va dando en distintas épocas del año conforme van pasando los años. Al igual que la caridad es una manera de purificar la riqueza, el ayuno es una forma de auto-purificación. El ayuno comienza al alba y termina al atardecer del lugar donde uno se encuentre. Durante el día, la persona debe abstenerse de comer, beber y mantener relaciones sexuales con su cónyuge3. Estas actividades son permitidas desde el ocaso hasta el alba del día siguiente. El ayuno enseña autocontrol y paciencia. Al igual que la oración, ayunar es una manera de acudir a Dios en una sincera adoración. Las dos festividades para los musulmanes son ‘Eid Al-Fitr, que se celebra al finalizar Ramadán, y ‘Eid Al-Adha, que se celebra al terminar la peregrinación (Hayy). El ayuno nos recuerda las condiciones de los necesitados y nos ayuda a apreciar las simples bendiciones que a menudo damos por sentadas, como un vaso de agua fresca o de poder comer a voluntad.

Realizar la peregrinación a La Meca (Hayy)

Todo musulmán debe realizar la peregrinación a la Ka’bah, en La Meca, al menos una vez en su vida si es que tiene los medios y la posibilidad de hacerlo. Allí se unen musulmanes de todo el mundo con el fin de adorar y complacer a Dios. Millones de peregrinos visitan la Ka’bah y realizan el Hayy anualmente.

El rito de Hayy tiene su origen en el Profeta Abraham y fue restablecido por Muhammad (con él la plegaria y la paz). La peregrinación a La Meca obliga a los peregrinos a romper todas las barreras raciales, económicas y sociales que puedan contaminar sus sociedades. También invita a cada peregrino a practicar la paciencia, el auto-control y la piedad. Los peregrinos usan ropa simple que dejan de lado las distinciones de clase y cultura. Todos estos actos obligatorios de adoración mantienen vivo el recuerdo de Dios y les recuerdan a los musulmanes que de Dios venimos y que a Dios retornaremos.